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Mirmecomorfismo

Todos sabemos lo fascinante que puede ser la Naturaleza, pero aún así nunca dejará de sorprendernos. Hoy vamos a conocer un poco más uno de estos casos que tiene como protagonista a nuestras queridas hormigas, pero en un papel secundario. Los verdaderos actores principales son otras criaturas que se hacen pasar por hormigas sin serlo.

Se llama Mirmecomorfismo a la capacidad que muestran algunas criaturas (generalmente insectos) para mostrar ciertas características que les hace parecer hormigas. Estas características pueden ser físicas, químicas o incluso conductuales.

¿Y por qué querría alguien parecer una hormiga?

Los motivos son variados. Vamos a ver unos cuantos:

  • El mirmecomorfismo como medida defensiva: parecer una hormiga es una medida que toman ciertos insectos para no ser atacados o no ser objetivos de depredadores (mimetismo batesiano). Estos depredadores ya saben que no compensa atacar a una hormiga, ya que aunque consiga vencerla puede verse rodeada por otras 100 hormigas devolviéndole el ataque en grupo. Además, las hormigas no suelen tener un sabor agradable, así que muchas veces los depredadores simplemente las descartan por otros insectos más dóciles y sabrosos. Para ello estos insectos pueden adaptar su cuerpo para asemejarse a una hormiga, como el caso de la ninfa de grillo Macroxiphus sp., que incluso muestra una coloración blanca en la parte final de sus antenas para que visualmente parezcan más cortas y parecidas a las de las hormigas. También pueden adaptar su conducta para que sus movimientos se asemejen a los que realizan las hormigas, como la misma ninfa de antes, que hace vibrar sus antenas de la misma manera que hacen las hormigas.
Ninfa de Macroxiphus sp.

Estas medidas defensivas también pueden ser el poder vivir cerca de las hormigas, obteniendo así su protección indirecta (mimetismo wasmaniano). Por ejemplo, el grillo Myrmecophila acervorum es capaz de imitar la comunicación de las hormigas a través de sus antenas, y este “camuflaje” les permite vivir dentro de los hormigueros.

Más sorprendente si cabe es el caso de un tipo de insecto palo cuyos huevos se asemejan a las semillas que recolectan algunas hormigas. De este modo estos huevos son transportados hasta el interior del hormiguero y allí dentro se desarrollan protegidas y en condiciones de humedad y temperatura óptimas.

Huevos insecto palo

  • Mirmecomorfismo agresivo: en otras ocasiones este mimetismo tiene como objetivo poder acercarse a las hormigas para atacarlas y devorarlas, como el caso de algunas arañas que imitan a las hormigas químicamente y así estas no la identifican como una amenaza. Un ejemplo lo tenemos en la araña Apantochilus, que adopta la forma de las hormigas Cephalotes atratus, su presa favorita.
Apantochilus vs Cephalotes. ¿Quién es quién?.

Aún más siniestro es el ejemplo del pulgón Paracletus cimiciformis, que engaña químicamente a las hormigas para hacerles creer que son parte de su prole y una vez que son transportadas con el resto de las larvas las devoran plácidamente.

Un caso curioso es el de la araña saltadora Myrmarachne plantaleoides. La hembra de esta araña es idéntica a una hormiga obrera y el macho en cambio ha adaptado su cuerpo para parecer una obrera que transporta otra obrera en sus mandíbulas.

Así que sabemos de arañas, grillos, insectos palo, pulgones…pero el mirmecomorfismo no se da únicamente entre insectos. También puede estar presente en algunas plantas, cuya coloración puede hacer pensar que tiene hormigas en las flores y así evitar que otros animales se las coman e incluso en ranas, como la Lithodytes lineatus, que imita químicamente a las hormigas cortadoras de hojas para poder depositar sus huevos en el hormiguero sin ser atacada.

¿Qué os parece? La naturaleza no dejará de sorprendernos…

Chinche myrmecoris gracilis
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