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Las hormigas explosivas

La historia que vamos a conocer hoy es un gran ejemplo de hasta qué punto una colonia de hormigas actúa como un superorganismo y cómo el bien común está por encima de cualquier individuo a excepción, claro, de la reina.

En el sudeste asiático habitan las conocidas como Hormigas explosivas u Hormigas Kamikaces. Con ese nombre queda claro cuál es su sorprendente habilidad: son capaces de hacerse explotar a sí mismas (habilidad conocida con el nombre de Autotisis).

Se conocen hasta la fecha 15 especies de hormigas explosivas, la última descubierta en 2014 y bautizada con el nombre de Colobopsis explodens. Para hacernos una idea de lo poco habitual de este comportamiento, sabemos que desde 1935 no se había descrito ninguna especie nueva con esta capacidad de inmolación.

¿Y cómo consigue una hormiga hacerse explotar a sí misma?

Estas especies de hormiga tienen un par de glándulas llenas de veneno que recorren su cuerpo desde el abdomen hasta las mandíbulas. Cuando están en una batalla que ven que van a perder, contraen los músculos abdominales con tanta fuerza que revientan su cuerpo y liberan este veneno rociando al enemigo. En algunas especies este veneno sale desde el abdomen y en otras desde la cabeza. Por si fuera poco, esta sustancia es pegajosa y corrosiva, por lo que los desgraciados enemigos de estas hormigas solo pueden esperar la muerte mientras el veneno va quemándolos poco a poco mientras los deja inmovilizados.

¿Se inspiraría Ridley Scott en estas hormigas para la criatura de su película “Alien, el octavo pasajero”?

Photo: Mark Moffett/Minden Pictures

Esta táctica es meramente defensiva. No se emplea para atacar, ya que supone la muerte inmediata del individuo que se inmola. Solo se aplica para proteger al resto de la colonia de algún enemigo, generalmente arañas u otras hormigas. Es, por tanto, el último sacrificio que realiza esa obrera para su colonia y mantenerla así a salvo y sirve como ejemplo de cómo una colonia de hormigas se comporta como un único individuo.

Como curiosidad, este comportamiento no es único de las hormigas. Otros insectos sociales como las termitas también muestran este comportamiento, como la termita Globitermes sulphureus.

Solo las obreras minor tienen esta capacidad de autotisis. La función de las major es otra bien distinta y que también podemos ver en otra especie más cercana para nosotros, las Colobopsis truncata: su cabeza sirve como puerta del hormiguero. Estas obreras major tienen la cabeza cuadrada y con la medida exacta de la entrada del hormiguero. Una de estas obreras se coloca siempre en el borde y cierra la entrada con su propia cabeza. Cuando alguna otra obrera quiere entrar al hormiguero roza sus antenas con la hormiga portera y esta se aparta al reconocer el olor de su hermana, permitiéndole la entrada. Si quien está en el exterior es un intruso, la hormiga portera no se apartará, aunque ello le cueste la vida.

Colobopsis truncata
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